Este es Mario. Llegó para quedarse. Aplaude con entusiasmo y baila. Son dos cosas que puede hacer, dentro de sus limitaciones. Habla poco, pero escucha con atención. Hay en su corazón un amor grande y él sabe que nosotros lo amamos.
Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a
vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya
escogido desde el principio para salvación, mediante la
santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,
2 tesalonicenses 2:13
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